domingo, 16 de octubre de 2011

Hora de hacerse notar

Comienza otra semana más y esto sube de nivel: nos presentamos ante la clase de 1º a la que vamos a ayudar a aprender español. El tema consistía en quedar donde quisiéramos para entablar conversación y dejar que los chavales ganaran “flow” al hablar en la lengua de Iniesta (antes conocida como “lengua de Cervantes” [los grandes hombres se van sucediendo en la historia]). Tras las clases matutinas, comimos en el Subway (lo que aquí se conocía como “Boccata”) y nos tomamos el postre en la Antonina’s Gelateria, en una mesita fuera, disfrutando de la cálida brisa de principios de otoño y de los claros cielos desprovistos de nubes. Una clase más A LAS 5 y a casa a recordar lo cansados que estamos.
Martes, 11 de octubre de 2011: los españoles descubren Islandia. No, no me he comprado el libro de historia de “EdItOrIaAaAhHh Sa_AnTiLlAnAaAaHhH!”, es que nos hemos percatado de que existe un supermercado mejor que el omnipresente Tesco. El sitio en cuestión se llama “Iceland” y ofrece, entre otras cosas, cajas de 75 chocolatinas o alitas de pollo a 1,5 libras, pizzas a 1 libra y cajas de 20 hamburguesas a 2 libras. El sitio es, desde luego, la Tierra Prometida para los estudiantes. Cual ménades, enloquecimos y empezamos a llenar un carro (en inglés, “trolley” [sí, es cierto]) y, por 75 libras, hicimos la compra de todo el mes. Al escapar del trance consumista, nos dimos cuenta de un pequeño detalle: ¿cómo íbamos a llevar tantas bolsas? Fácil. Nos lo llevaban todo a casa… ¡y gratis! Cuando esté en España de vuelta, Iceland será una de las cosas que más eche de menos.
El miércoles tuvimos que quedar con otros españoles para diseñar la primera clase con nuestros alumnos de español. Tardamos una hora incluyendo la llegada, las charlas anexas a la actividad en sí y chorradas varias. Sin embargo, por lo que realmente destacó el día fue por la inauguración de una actividad conocida como “Language Café”, llevada a cabo en un bar de copas-hostal llamado “The Pied Bull” y en la que los interesados pueden conversar entre sí en la lengua que quieran mejorar. Yo estuve hablando casi toda la noche con una chica difícil de encontrar. No, no es eso, listos. La chica era (o es, porque no ha muerto) inglesa, pero el tener un novio español y el estar estudiando español le han permitido dominar perfectamente el acento jienense. ¿Era difícil de encontrar o no? Gran noche hablando con gente de todas partes del mundo: Inglaterra, Francia, Alemania, Portugal, Alicante… ¡cuantísimos aprendiendo español!
 En cuanto al jueves, quizá tan sólo una anécdota en clase de Tragedia. Nos hallábamos hablando sobre literatura latina (Séneca, el cordobés [sí, ese hombre que tiene unas becas en su honor y que suena tan importante era cordobés]) cuando el profesor (el Pirata) sacó un CD y lentamente, dando suspense a su discurso mientras acercaba el disco al radiocasete cogiéndolo con dos dedos mientras lo contemplaba, fue diciendo: “¿Cuál…es…la relación…entre Séneca…y “Shrek 2”? Rotura de caja y ano general.
Viernes, clase leve de 50 minutos y reunión española en una de las residencias. Poca cosa para ser un viernes, porque la fiesta se pasa al sábado esta vez…
…¡y de qué forma! ¡La mejor fiesta en lo que llevo de Erasmus! Nada de pagar entrada, ni de gente cortándote el rollo por querer pasar por en medio de tu grupo ni de música revienta-tímpanos que no te deja hablar y encima te deja sordo. La mejor fiesta Erasmus hasta el momento la organizaron en la residencia de una compañera española. Buena música (a buen volumen), buena gente, nada de gastar dinero por una Coca-Cola… ¡Y PUSIERON “PARTY ROCK ANTHEM”! ¡AL FIN! Los efectos secundarios no se hicieron esperar, fueron inmediatos. Más de uno sabe a qué me refiero. Hasta las 3 de la mañana disfrutando como un crío. ¡Ah, sí! Antes de dicha fiesta hubo otra a las 5 de la tarde organizada por la embajada Erasmus francesa, con crepes, Nutella, mermelada y todas esas cosas que para nada te abren el apetito pese a haber comido 2 horas antes. Gran sábado, sí señor.
El domingo tocó volver a lo académico, a la limpieza de la pocil…de la casa y a la aceptación de las solicitudes de amistad del Facebook, productos de una gran noche. Como dirían los Beatles, ¡qué noche la de aquel día!

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